El láser se ha incorporado a la odontología como una excelente terapia que busca mejorar los resultados de tratamientos existentes o sustituir tratamientos convencionales para lograr objetivos más satisfactorios.
El láser en odontología tiene múltiples usos y beneficios
Cuando se lo utiliza como láser de baja potencia, por su efecto fotobiomodulador, puede ser utilizado para diferentes afecciones:
– Neuralgias.
– Parestesias (alteración en la sensibilidad de la boca y de la cara)
– Aftas/ ampollas/ lesiones por herpes.
– Hipersensibilidad dentaria.
– Mucositis bucal (muy frecuente en pacientes oncológicos sometidos a quimioterapia y/o radioterapia de cabeza y cuello)
– Contracturas musculares y dolores articulares por bruxismo.
– En el posquirúrgico de intervenciones bucales para mejorar la evolución y disminuir la sintomatología dolorosa y el edema.
– En ortodoncia para disminuir las molestias y acelerar el movimiento dentario.
– En endodoncia y periodoncia como antimicrobiano utilizando terapia fotodinámica.
MECANISMO DE ACCION DEL LASER:
El láser de baja intensidad (LLLT) actúa sobre las células de los tejidos del cuerpo generando BIOMODULACIÓN , un proceso en el cual el láser le otorga a las células la energía suficiente para que trabajen en su capacidad óptima, cumpliendo con los procesos funcionales propios de cada tejido (músculo, nervios, huesos, vasos sanguíneos, piel y mucosas, etc.) en su máximo potencial y correcto funcionamiento.
Es un procedimiento completamente indoloro y sin contraindicaciones ni efectos colaterales indeseados
LOS PRINCIPALES EFECTOS DE LASER DE BAJA POTENCIA SON:
Analgésico
Antiinflamatorio (reduce formación de edema y moretones)
Regenerativo (Mejora la cicatrización reduciendo los tiempos de los procesos reparadores)
Capacidad angiogénica (forma nuevos vasos sanguíneos, aportando a los tejidos mayor nutrición y capacidad de respuesta inmunológica)
Inmunoregulador (optimiza la respuesta inmune local de los tejidos). Muy beneficioso en lesiones de origen autoinmune como el pénfigo.
Las aplicaciones son completamente indoloras y de una duración muy breve (de 10 a 15 minutos por sesión).
LASER DE BAJA INTENSIDAD EN IMPLANTES DENTALES
Cuando se coloca un implante dental en el hueso maxilar, se debe dar un proceso de oseoitegración, que es la capacidad del hueso de formarse y fijar el implante de manera firme y permanente.
Cuando aplicamos láser de baja intensidad en el posquirúrgico inmediato al implante, le estamos otorgando al tejido óseo la energía para que biomodule ese proceso de oseointegración, optimizándolo y haciéndolo más predecible, en menor tiempo y con la formación de un hueso de mucha mejor calidad.
Las aplicaciones de laser luego de colocar el implante se realizan el mismo día o a las 24hs posteriores a su colocación y luego a las 72hs siguientes de ser necesario.
Además de mejorar la oseointegración del implante, la aplicación de láser suma al posquirúrgico las ventajas anteriormente mencionadas de una cirugía bucal convencional (analgésico, antiinflamatorio, regenerativo, inmurregulador, etc) brindando al paciente un extra de confort luego de la cirugía implantológica.
CIRUGIAS DE TEJIDOS BLANDOS CON LASER
También podemos utilizar el láser para procedimientos quirúrgicos como extirpación de tumores de tejidos blandos, toma de biopsias, frenectomías (cuando los frenillos son muy prominentes), cirugía de encías, para extirpar hiperplasias fibrosas, extirpación de papilomas o cualquier tipo de lesión de tejidos blandos.
Como ventaja respecto a la cirugía convencional es que con el láser tenemos procedimientos sin sangrado (por su capacidad hemostática) y posoperatorios menos dolorosos ya que actúa modulando la inflamación y el dolor posquirúrgico.